Autonomía

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La Autonomía es uno de los atributos de las organizaciones exponenciales. En las últimas décadas se ha observado una tendencia por dejar las estructuras jerárquicas. Hay organizaciones que apuestan por equipos multidisciplinarios que se autoorganizan y que operan con autoridad descentralizada. Algunas organizaciones exponenciales han empezado a mostrar interés por contratar personas con iniciativa y talento, innovadoras y que individualmente decidan a qué proyectos unirse.

Animar a emprender nuevos proyectos que estén dentro del PTM de la organización, también es una práctica que se ha observado en estas organizaciones. La autonomía es un prerrequisito para fomentar la “innovación sin permiso”. Permitir a los empleados cambiar de rol y actividad, además crea una cultura sociable, confiable y abierta que suele terminar en una plantilla satisfecha.

Organizaciones sobresalientes

Valve es una compañía de videojuegos que tiene uno de los mayores ratios de ingreso por empleado. Es una organización que apuesta por la autonomía extrema, la organización está tan segura de sí misma que su manual del empleado es de código abierto. MIT Media Lab es otro ejemplo de organizaciones orientadas a la motivación de sus empleados y estudiantes que tienen iniciativa en lanzar sus propios proyectos o la elección para unirse a proyectos en progreso. Los proyectos pueden iniciar incluso con socios externos, con el propósito de colaborar con ideas innovadoras. Otra forma de autonomía extrema, el CEO de High Fidelity, Philip Rosedale (fundador y anterior CEO de Second Life) hace una votación trimestral entre sus empleados para determinar si se mantiene como CEO o no.

Ed Catmull, presidente de Pixar Animation y Walt Disney Animation, desarrolla esta idea en su bestseller “Creativity Inc.: Overcoming the Unseen Forces that Stand in the Way of True Inspiration”: “Comenzamos con la presunción de que nuestra gente tiene talento y quiere contribuir. Aceptamos que, sin quererlo, nuestra compañía está sofocando ese talento en una miríada de formas ocultas. Finalmente, intentamos identificar esos impedimentos y tratamos de ponerles solución”. El método de Lean Startup y los OKR han adquirido una gran relevancia frente a estructuras jerárquicas básicas. Por otro lado, los consumidores también se han vuelto más críticos e informados. Se espera un buen servicio al cliente y una buena experiencia de usuario. Colocar a los empleados más preparados y proactivos en la línea de frente es una práctica de organizaciones con autonomía.

La jerarquía en organizaciones autónomas

En una organización autónoma cada persona es la “máxima autoridad” en su propio rol y son “seguidores” de otros roles a diferencia de una estructura plana y jerárquica basada en el consenso. El control y la autoridad son distribuidas entre equipos fractales y autoorganizativos en lugar de ser establecidos por las partes superiores. Esto no quiere decir que no existan las jerarquías, simplemente las responsabilidades se dan a alguien porque sabe algo, no por ocupar una posición. Se ha observado que los equipos heterogéneos son mejores para resolver problemas complejos. Los equipos pequeños, independientes e interdisciplinarios son críticos en futuras organizaciones, especialmente en sus fronteras.

Finalmente, vale la pena aclarar que tener un PTM, empleados con iniciativa y contar con tableros de control son claves para implementar una autonomía óptima. La agilidad, el incremento de rapidez en aprendizaje, y rapidez en reacción son ventajas de contar con este atributo. Mejorar el ánimo del personal así como la rendición de cuentas a los clientes también es posible gracias a la autonomía.  

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