Los anticuerpos corporativos atacan y matan la innovación
Los Anticuerpos contra la Innovación
La innovación, el motor que impulsa a las empresas hacia adelante, a menudo se encuentra con una barrera invisible pero poderosa: los anticuerpos corporativos. Al igual que un cuerpo rechaza un órgano extraño, las organizaciones pueden rechazar la innovación que no concuerda con su ADN interno.
Decodificar el ADN Organizacional
El ADN de una empresa, tal como lo describe Magnus Penker (En su libro "Play Bold"), define cómo reacciona ante la información nueva, cómo fluye el conocimiento y cómo se alinea con objetivos comunes. Es el núcleo de su identidad y funcionamiento. Desde la promoción de la innovación hasta la gestión del riesgo, el ADN abarca todos los aspectos.
Los innovadores que triunfan comprenden en profundidad el ADN de su organización. Utilizan este conocimiento para guiar la creación de innovaciones que se ajusten a la perfección. Esta estrategia no solo facilita el éxito en el mercado, sino que también ayuda a situar a la empresa en el panorama de la innovación. Los roles de innovación del antropólogo y el arquiteco de experiencia son buenos en abonar al entendimiento del ADN Coprorativo.
Identidad Empresarial
Intentar utilizar el ADN de otra organización es un callejón sin salida. Antes de lanzar nuevas ideas, la empresa debe conocerse a sí misma. Si no lo hace, los anticuerpos corporativos se encargarán de proteger la identidad de la empresa, incluso si eso significa poner en riesgo todo el negocio.
Con demasiada frecuencia, brillantes innovadores y sus ideas revolucionarias quedan sepultados bajo la indiferencia de los niveles superiores. Este desencuentro puede ser el epitafio de la innovación. Una organización exitosa debería comprender sus propias capacidades y diferencias, y definir cómo impactará positivamente en el mundo, más allá de los beneficios financieros.
¿Cómo hackear tu ADN?
La clave para liberar la innovación radica en desentrañar y abrazar el ADN organizacional. Solo cuando una empresa está en armonía con su identidad, puede fomentar un entorno donde la innovación florezca. Superando la resistencia interna y abrazando el cambio, las empresas pueden abrirse camino hacia un futuro impulsado por ideas frescas y audaces.
Aunque algunos ejecutivos pueden estar conscientes de la verdadera necesidad de sus clientes, al momento de plantear una ruta al siguiente horizonte, se requiere de una retroalimentación de toda la organización, incluso de algunos actores externos. Frecuentemente, se requiere también un análisis externo de la cultura organizacional, ya que es difícil ver el bosque desde los propios árboles.