Rol Colaborador

En la cultura de innovación, ¿Quién se considera “un colaborador”?

A grandes rasgos son las personas en la organización que reúnen a los demás para llevar a cabo el trabajo. Son proactivos y buenos entrenadores, dispuestos y capaces de dar un salto en las relaciones de la organización para sacarnos de los hoyos en los que a veces caemos y, así, trabajar juntos en un esfuerzo multidisciplinario.

Los colaboradores generalmente acuerdan desde un punto neutral y cuentan con habilidades diplomáticas que mantienen al grupo unido cuando se presenta una amenaza que lo podría llevar a la separación. Cuando la energía y el entusiasmo decaen es esa persona que anima al equipo. El rol del colaborador no es tan común, ya que verdaderamente antepone al equipo del individuo, es decir, la meta del equipo es lo primordial, no los logros individuales. Es alguien que está dispuesto a hacer su propio trabajo de lado por un momento para ayudarle a alguien más que se encuentra en aprietos. Es esa persona con la que puedes contar y sabes que estará en el momento y el lugar que se le necesite.

Trabajo
multidisciplinario

Mucho se ha hablado recientemente de la importancia de los equipos multidisciplinarios en las organizaciones. Pero poner a individuos de diferentes disciplinas juntos en un cuarto no es suficiente. Se necesita un pegamento. Se necesita un colaborador. Alguien que una al equipo y que lo lleve hacia territorios inexplorados con la posibilidad de lograr cosas muy valiosas.

No es un objetivo fácil pero puede llevar a grandes resultados. Y el esfuerzo del colaborador para lograrlo requiere una gran inversión de tiempo, pero al final, esto vale la pena.

Recompensas inesperadas

Como ejemplo de una colaboradora en plena acción analicemos la siguiente historia:

Maura Shea se encontraba trabajando en un proyecto de innovación en un hospital de renombre en Estados Unidos. Estaba buscando formas innovadoras de acomodar a los pacientes y sus familiares en un nuevo espacio. Era un reto. Muchos doctores y encargados de altos puestos se mostraban escépticos y no creían que se pudiera solucionar el problema. En un momento dado el personal del hospital se encontraba especialmente atareado, Maura iba pasando por un pasillo cuando un doctor molesto comenzó a gritarle “¿Cuánto cuesta que estés aquí? ¿Cuánto ganas?” Maura se quedó callada, el doctor continuó “¡Hemos esperado años para que las cosas cambien por aquí! ¿Cómo ustedes van a poder hacer algo diferente?” Maura mantuvo la compostura y le respondió al doctor “Sin tu participación, nunca seremos un equipo tan fuerte.” Hacer tal ofrenda de paz requirió mucha fuerza y seguridad personal, pero era una verdad.

A partir de este incidente, Maura comenzó a observar a este Doctor en particular, cómo trabajaba y cómo eran sus interacciones con los pacientes y el personal. Maura se dio cuenta que era un sujeto inteligente, con opiniones fuertes, tenía ideas de cómo las cosas se debían cambiar y una opinión valiosa sobre qué funcionaba y qué no en el proyecto. Esto le permitió tener un punto de vista diferente, nuevos acercamientos hacia la problemática y trabajar en nuevas soluciones. Una gran lección de colaborar con los escépticos y los opositores, ¿por qué no escuchar y atender sus preocupaciones?

Frecuentemente tienen puntos válidos. La recompensa puede ser extraordinaria.

Todo organización necesita al menos un colaborador para innovar. Preferiblemente varios. Es altamente recomendable hacer lo posible para tener el rol de colaborador dentro de cualquier proyecto, sin importar los resultados definitivamente será una pieza clave.

Te invitamos a conocer más de los roles de la innovación en nuestro blog.

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